En el diseño del proyecto museológico se ha tenido un cuidado especial en visualizar y poner en valor a Pedro de Mena y Medrano, cumbre de la imaginería religiosa del s. XVII. Junto al monumento que se ha erigido delante de la fachada, obra de Virgilio, destaca la SALA MEMORIAL a él dedicada, dotada de la tecnología más avanzada. Un audiovisual de diez minutos ofrece al visitante, de forma amena y rigurosa, los principales hitos de su vida y de su producción. Su nacimiento y formación en Granada junto a su padre, el también imaginero Alonso de Mena, y su maestro Alonso Cano; su establecimiento definitivo en Málaga a partir de 1658 para completar la Sillería del Coro de la Catedral; la difusión de sus creaciones devotas en madera policromada por España y América; y sobre todo, sus Ecce Homos y Dolorosas de busto y devoción doméstica.